No es sólo toga, la jueza
Ni es silencio, la posguerra
Sujetos rondan la sierra
vestidos de pie a cabeza
en esa extraña certeza
que distingue a los ahogados.
He notado sus arados,
y he aguantado el mismo ardor
que el infinito confesor.
¡No merezco ser tildado!
Ni es silencio, la posguerra
Sujetos rondan la sierra
vestidos de pie a cabeza
en esa extraña certeza
que distingue a los ahogados.
He notado sus arados,
y he aguantado el mismo ardor
que el infinito confesor.
¡No merezco ser tildado!
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